El Santuario

La leyenda

Se dice que una noche de mucho viento y frío aterrador, llegó a la iglesia un hombre que pidió posada, él traía una mula y una caja grande; el sacerdote le dio posada, ofreciéndole de comer y un lugar para dormir, al día siguiente el hombre ni la mula se encontraban.

Sin embargo, la caja permanecía en el lugar, por lo que decidieron no abrirla, al paso de los días se percataron que la caja aguardaba una imagen del Señor Jesús y aunque trataron de regresarla a otra iglesia, el cajón volvía por arte de magia, fue cuando decidieron quedársela que la imagen fuera el santo patrono de Huauchinango.